En este centro se desarrolla un trabajo de gran importancia con aquellos niños/as que padecen algún tipo de problema, dificultad o conflicto. Se encargan de ayudar a la familia y al menor ante conflictos cotidianos o ante otros menos frecuentes, pero en la mayoría de los casos no tiene por qué estar justificado por un trastorno psicológico infantil. La finalidad del trabajo con el menor es evitar el posible desarrollo de un trastorno, facilitar la adquisición de un estado emocional positivo y, por supuesto, la aportación de herramientas y estrategias que le ayuden a resolver las dificultades. En otros casos, cuando el trastorno psicológico está presente, se empleará los medios necesarios para poder afrontar y resolver las dificultades ya existentes.
Con frecuencia determinados problemas se repiten o aparecen en la gran mayoría de los niños, por ejemplo el miedo a la oscuridad, a los monstruos, a la muerte; miedo a no poderse dormir, falta de autocontrol, rebeldía, agresividad, y los desafíos de la etapa de la adolescencia.
Sea como sea, cada niño/a es distinto,
su personalidad es única, y su forma de interpretar las situaciones y de
cómo afrontarlas también lo es. Por ello, desde este centro se entiende la
dificultad y la necesidad de una evaluación amplia de cada caso particular para
poder así elaborar un diagnóstico y un tratamiento específico y adecuado a cada
caso.
El contexto en el que se va a encontrar un niño/a en este centro, es un ambiente ameno, divertido, donde el juego, el dibujo, cuentos, etc. son los primeros elementos a destacar en su evaluación.
Por otro lado, debemos destacar la importancia que tienen las entrevistas con los padres. Por ello se recomienda que en la primera cita acudan sin el niño, de esta manera pueden informar libremente de los problemas que observan en el menor, sin que este esté presente.
Asimismo, y en determinados casos, es necesaria la colaboración de los tutores y orientadores
que nos ayudan aportando
información.
En resumen, la recogida de información sobre la dificultad del niño, a través
de la observación de este, la información escolar, familiar y social del mismo,
ayudará en el diagnóstico y posterior tratamiento
a realizar y las pautas necesarias que deberán seguir los padres y profesores.