Hay
un tema de gran preocupación para los padres sobre el que, cuando tienen
oportunidad, preguntan a un psicólogo de
adolescentes en Alcorcón: los posibles trastornos alimentarios de sus
hijos, o sería preferible decir de sus hijas, porque del problema que vamos a
tratar, afecta, en más de un 90% de los casos a las chicas.
Cualquier trastorno de la alimentación debemos considerarlo como una patología
de carácter grave, no obstante, al ser detectado en sus fases iniciales, las
posibilidades de curación rápida aumentan de forma notable. Esta es la cuestión
de la pregunta más repetida por padres y madres: ¿Cómo puedo saber si mi hija
tiene anorexia?
Como es evidente, incluso para un psicólogo experimentado como puede ser Montse Martín López, un diagnóstico de
estas características no se puede hacer a la ligera, pero sí es cierto que
algunas pautas en el comportamiento de una adolescente pueden ayudar a detectar
si podemos estar ante los inicios de un trastorno alimentario tan grave.
Gradualmente, la chica, va dejando de comer. Ya ni prueba los pasteles ni el
pan y se va alejando de los platos grasos. Suele evitar las celebraciones
familiares con las excusas más variadas y, de pronto manifiesta un gran interés
por los valores nutricionales de los alimentos que puede llegar a parecer
obsesivo.
Casi siempre, nada más terminar de comer, tiene la imperiosa necesidad de ir al
baño, donde puede provocarse el vómito. También puede marcharse de inmediato a
la calle, bien para vomitar o bien para quemar de inmediato el “exceso de
calorías” que acaba de ingerir.
La pérdida notoria de peso, la delgadez extrema y los cambios de carácter son
también indicadores de que, la niña, puede padecer un trastorno alimentario
severo. Pero, para confirmarlo y cuanto antes iniciar su proceso de curación,
no hay otra solución que ponerse en manos de un buen psicólogo de adolescentes en Alcorcón.
